¿Es posible vivir el cielo en la tierra?
Algunas religiones hablan del cielo, el paraíso y se refieren a ese lugar maravilloso lleno de paz y bienestar al que vamos luego de haber vivido en esta tierra. Para muchos, ese “paraíso” es la esperanza de que algo mejor viene luego de experimentar en el mundo sufrimiento y obstáculos.
Utilizo esto como un símil para mostrar algunas ideas y compartir mi experiencia.
He vivido momentos de profundo gozo y conexión conmigo y con otros. En el pasado también experimenté tristezas y desencantos. Y muchas de esas emociones las atribuía a algo que ocurría externamente, creía que lo que sentía era la consecuencia de la situación que estaba viviendo, de cómo actuaban los otros y no podía hacer mucho al respecto más que reaccionar.
Con el tiempo aprendí que habían otros caminos, otras formas de ver y experimentar la vida. He practicado disciplinas que me han permitido limpiarme del pasado liberándome de viejos condicionamientos, soltar mis juicios y creo que sobre todo limpiar mi corazón. Entonces a partir de estas prácticas, he aprendido a hacerme responsable de mi contribución a todo lo que vivo, a saber que no es fortuito nada de lo que experimento pero, por sobre todo, he aprendido que yo tengo el poder de decidir cómo quiero actuar, qué quiero pensar y a partir de allí mis emociones cambian y voy creando esa vida que quiero.
Para mí, experimentar el cielo en la tierra representa el momento en que elijes la paz y el amor como guías para manejar todas tus relaciones y vivencias. Esto no significa que en un determinado momento no sientas rabia, lo que ocurre es que no la alimentas, sino que más bien la sueltas y vuelves a encontrar lo mejor en ti, para ti y para ofrecer a otros.
Daré un ejemplo. En el pasado, si tenía una discusión con alguien, tendía a ver al otro como malo ¿Cómo se le ocurre decirme eso? Me preguntaba defendiéndome de la otra persona. Además, aprovechaba cualquier oportunidad para contarle de esta situación a mis amigos, incluso si eran mutuos. Era como si cada vez que lo decía, entraba un fresquito porque había una parte mía quería sentirse mejor que el otro y con eso lo conseguía. Ese fresquito, que ahora sé que es el ego, me reconfortaba superficial y temporalmente, pero el conflicto seguía dentro de mi y por supuesto se perpetuaba con la otra persona aunque nunca más volviera a hablar con ella.
Afortunadamente y gracias a todo mi trabajo personal y más recientemente el aprendizaje de Las Puertas del Cielo que he estado integrando, experimento los desafíos de forma distinta.
La semana pasada, tuve una vivencia que hace mucho no ocurría. Me encontraba con un grupo de colegas y en una reunión temprano en la mañana, me hicieron unos reclamos que yo no esperaba para nada y me sentí triste y traicionada. Sin embargo, siendo que es gente querida para mí, decidí permanecer en silencio e ir revisando lo que ocurría dentro de mí y lo que pude haber hecho para que ellos se sintieran de esa manera. Reflexioné sobre donde estaba mi responsabilidad, ¿qué pude haber hecho distinto? y ¿qué pasó en la comunicación que generó todo este evento? De veras quería aprender, pues no quería lastimar a personas importantes para mí y al mismo tiempo, quería ser fiel a lo que está bien para mí.
Poco a poco fui aliviando las emociones, recordando momentos buenos vividos con estas personas, asegurándome de que internamente me sintiera bien conmigo a pesar de las críticas. Creo que lo más importante fue abandonar el deseo de tener la razón. Realmente logré sentir paz en mí. En la noche pudimos conversar sobre lo ocurrido, aclarar cómo sucedieron las cosas y así llegar nuevamente al amor y al entendimiento.
Para mí, esto es el cielo en la tierra.
Si lo que experimentas en tu vida es conflicto, si quieres tener mejores relaciones y no sabes cómo lograrlo; busca ayuda, aprende como lograrlo. ¡Sí se puede!
Recuerda, tu vida está en tus manos.
Bendiciones para ti…
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.