¿Sabes que influyes sobre los demás?
Somos líderes, bien sea que nos veamos de esta forma o no, tenemos una influencia sobre las personas que nos rodean y nuestro entorno. Somos como esa piedra que es lanzada en un agua calma y genera ondas a partir de esta. Y no sólo me refiero a las personas obvias, las que forman parte de tu familia o aquellas con quienes compartes con frecuencia. Estoy hablando también de aquellas que tal vez consigues una vez en tu vida: quien te atendió una vez en un restaurante o una tienda o con quien conversaste mientras esperabas tu turno en el banco.
En el pasado, no tenía una consciencia tan clara de esto como ahora y seguro me equivoqué muchas veces. Creo que años atrás estaba demasiado concentrada en mi, en mis propios procesos personales y la verdad es que mis temores y mis dudas sobre la gente, me mantenían separada de los demás.
Trabajo con renacimiento, pero sobre todo vivo y creo en el fundamento de esta técnica, doy fe de cómo las vivencias tempranas te definen muchas veces sin siquiera saber que están allí, hasta que lo haces consciente y tomas una decisión distinta, abrazas un nuevo pensamiento y cambias tu comportamiento. En mi caso, cuando era niña aprendí a no confiar y muy sutilmente cree una barrera invisible entre mi persona y los demás, incluso los que más amaba.
Tal vez desde afuera se percibía que era alguien desapegada, desconectada, sin saber que era mi manera de protegerme de un temor muy antiguo, muy profundo: el que me fueran a traicionar. Desde hace algunos años, he estado en una situación que me ha permitido revisar mi vida y la forma como me he estado relacionando. Puedo apreciar que tal vez he decepcionado a algunas personas, pues sus expectativas con respecto a mi eran distintas a lo que yo pude darles en ese momento. Lo cierto es que en la medida en que voy soltando el pasado, en que me voy liberando de viejos fantasmas que ya no existen más para mi, entonces; puedo estar más presente y puedo poco a poco ir derrumbando ese muro para que realmente mi corazón se muestre y se conecte con los demás.
Por otra parte, estar consciente de la influencia que tienes sobre otros no puede ser una cárcel, pues no puedes ser más fiel a otros que a ti y seguro, jamás podrás llenar las expectativas de todos, ni siquiera lo intentes. Más bien la tarea es encontrar ese equilibrio que te permita honrarte, ser honesto(a) contigo y al mismo tiempo ejercer ese liderazgo, esa influencia de la manera más positiva y amorosa posible. Una tarea nada sencilla. Para mi, es algo que se aprende a lo largo de toda la vida.
También parte del liderazgo es asumir las consecuencias de todas las decisiones que tomes. A veces, eso significa que debes disculparte con alguien si hiciste daño, o tomar alguna otra acción si es que ésta debe ser corregida.
Deseo que esa aventura que significa descubrir donde esta ese límite entre tu y el otro, lo que está bien para ti y lo que funciona para la otra persona, sea fácil. Que Dios ilumine tu camino!
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.