Di palabras positivas a los demás
¿Has oído ese viejo dicho: lo que Juan habla de Pedro, habla más de Juan, que de Pedro? En este artículo de un nuevo punto del Proyecto Integral de Autoestima, te contaré lo bien que te hace expresar palabras positivas.
Nos hemos entrenado para criticar.
Creo que uno de los condicionamientos más antiguos que tenemos es ver lo malo, en las personas, las situaciones y el mundo. O por lo menos ese fue mi caso. Mi papi era un hombre sumamente crítico y siempre veía «la maldad», lo feo del otro. Así que desarrollé mi mente crítica a partir de su modelaje y mi amor por él.
No creo que sea muy distinto tu caso, independientemente de quién lo aprendiste. Luego, en los años posteriores, todas nuestras figuras a las que les damos poder, como otros familiares, maestros, curas, van alimentando esa forma de mirar al mundo y a las personas.
En mi caso, aunque empecé muy joven este camino de la transformación, recuerdo una reunión que fue dolorosa por una parte y clara por otra. Tendría unos 25 y era la supervisora de unas 10 personas en una empresa transnacional. Me consideraba una persona exitosa pues había alcanzado varias de las metas laborales que me había propuesto. Así que a esa edad tenía un ego inflado al creer que era muy buena. En esa reunión, varios de mis supervisados tuvieron el valor de decirme lo miserables que se sentían de trabajar conmigo. Les encantaba la empresa, les gustaba el trabajo, sabían que era una mujer muy inteligente y lográbamos buenos resultados. Sin embargo, la forma como les decía sus errores, las palabras que usaba y que jamás reconocía sus logros hacía que ellos no quisieran trabajar conmigo.
Cambiar para usar palabras positivas.
La reunión de la que hablo en el párrafo anterior fue como una gran cachetada a mi ego. Pero mejor aún, fue un gran despertar a mi consciencia y siempre agradeceré a quienes tuvieron el valor y la honestidad de decirme lo crítica que era como jefe. Yo no quería ser recordada de esa forma, me consideraba una buena persona, y lo era, pero mi expresión era exactamente igual a eso que de niña detestaba de papá, mi sensación con él fue que nada era suficiente. Así se sentía mi equipo de trabajo. Por tanto tenía que cambiar y lo hice.
Un poco más adelante, conocí el Proyecto Integral de Autoestima y entendí que no sólo fue el hecho de perpetuar la conducta que aprendí de papá, sino que mi falta de amor hacia mí, hacía que lo que veía era lo negativo. Por tanto, lo que expresaba eran palabras que reflejaban mi autoestima y el amor hacia el prójimo.
Entonces estuvo más claro el cambio que debía hacer. Ya había mejorado mi mente crítica y me había entrenado para ver lo bueno en las personas. Sin embargo, aún me faltaba expresar eso bueno que veía en los demás.
Te afirmo, 6to. punto del Proyecto Integral de Autoestima (PIA).
Las acciones que propone este punto del maravilloso modelo PIA, que estamos desmenuzando en esta serie de artículos, son usar palabras que edifiquen, que construyan, palabras que expresen nuestro amor por el otro.
Afirmar significa hacer más fuerte a la persona y eso lo haces cuando reconoces y fortaleces lo que está bien en el otro. Claro que todos tenemos luces y sombras, pero nuevamente, así como en el artículo anterior, ¿dónde quieres poner tu atención?
Entonces, este punto sugiere que en primer lugar veas a los demás a partir de tus pensamientos positivos, con ojos de amor. Y luego, que eso que veas seas capaz de expresarlo con frases como: algo que valoro de ti…, me gusta de ti…, aprecio de ti…
¿Cómo puedo afirmar al otro si me ha lastimado o se ha equivocado?
Tal vez esta pregunta pase por tu mente y aquí deseo aclararlo. Este modelo del PIA propone un reto en cada punto, que es una mala interpretación de las acciones sugeridas.
Así que en este punto podrías pensar que si la persona se equivoca, no debes decirle. Así mismo, si alguien te lastima o traiciona, no le reclames. Ese no es el espíritu de este punto. El desafío de este punto es que seas honesto(a). Si la otra persona te importa, quieres que mejore, por tanto tu recomendación o comentario, puede que le ayude mucho (como lo fueron las palabras que me dijeron en esa reunión, aunque no fueron dichas de la mejor forma).
Entonces es preciso aprender a buscar las palabras adecuadas para expresarte con amor y honestidad, no acusando o culpando al otro. Por ejemplo: cuando tu dijiste que vendrías a ayudarme y nunca apareciste, me sentí abandonada y decepcionada. Esto es muy distinto a decir: Me mentiste y eres una persona poco confiable. ¿Ves la diferencia?
El resultado de usar palabras positivas.
Me fui de esa empresa un poco luego de mis 30. Pero la persona que salió de allí era otra. Me había vuelto una maestra en mirar y expresar palabras que muestran las cualidades y avances de los demás. Me había llenado de amor por mí y por el otro y podía expresarlo fácilmente.
La despedida de esa empresa fue preciosa, llena de amor y reconocimientos. Aún veo gente más de 20 años después y el amor con el que me recuerdan es conmovedor. Recuerda, ¡si yo pude, tú puedes también!
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.