Confía en un final feliz
Quiero usar un evento que fue viral como ejemplo para reafirmar que creo que cada uno de nosotros puede y debe buscar su final feliz en cada faceta de la vida. Creo que también esta es una lección para confiar en que Dios mueve los hilos a nuestro favor. A veces un evento puede lucir desafortunado, como le ocurrió a Alexander Beja; pero si seguimos adelante, llegaremos a buen puerto a ese final feliz que tanto deseamos.
Una historia con final feliz.
Alexander es un músico poco conocido que había estado cantando por las calles de Colombia luego de haber emigrado de Venezuela. En ese duro transitar, un día el vocalista del grupo mexicano «Camila» lo oyó y le conmovió tanto la fuerza de su voz y lo que transmitía al cantar, que lo invitó a grabar una canción con la agrupación.
Así que este chico, de ser un emigrante que cantaba en las calles, sin siquiera un celular, consiguió una gran oportunidad. Como si fuera poco, necesitaba un pasaporte, pues el venezolano no le servía para hacer ese viaje. De manera maravillosa el gobierno colombiano pudo emitir el documento y los caminos se abrieron para este músico. Pudo viajar, grabar en un estudio, cantar en un escenario, todo aquello que a Alexander en el pasado le parecía sólo un sueño. Y estoy segura que aún vienen más cosas buenas para este artista. Pero por ahora, podemos decir que ha vivido un final feliz.
Si aún no es feliz, es porque no es el fin.
Creo firmemente en que hay un final feliz para cada uno de nosotros. Pero a veces mientras estamos en el proceso de llegar allí perdemos las fuerzas, las esperanzas e incluso abandonamos nuestros anhelos. Además, confío en Dios y sé que los desafíos que nos tocan vivir no son un castigo, sino una oportunidad de crecimiento, de llegar a un nuevo nivel de consciencia.
Bob Mandel compartió una vez una historia que me encanta. Se trata de una entrevista a un famoso director de cine al cual el entrevistador le preguntaba ¿por qué no creía en los finales felices? El director le dice y ¿por qué preguntas eso? El entrevistador le dice que sus películas tienen un desenlace infeliz. Entonces el director le dice: «depende en qué parte de la historia te pares. Definitivamente creo en un final feliz, y sé que si no es feliz, es porque todavía no es el fin».
Cuando estoy atravesando un desafío, me aferro a formas más positivas de ver la vida. Me aliento y encuentro fuerzas diciendo voy por mi final feliz. Me recuerdo que estoy viviendo es un episodio, pero no es aún el desenlace.
Tips para encontrar tu final feliz.
1.- Busca referencias de experiencias malas que terminaron bien.
Recuerda 3 eventos en tu vida, donde una experiencia desafortunada se transformó en una bendición o un regalo. Bien sea porque vino una ganancia posterior o porque hubo un aprendizaje y ahora eres más seguro, sabia, cauteloso, amorosa. En cual sea de los casos, eres una mejor persona producto de esas vivencias.
2.- ¡Persiste! Avanza en dirección de tus sueños.
A veces se pueden dar pasos pequeños, otras veces grandes e incluso hay retrocesos. Sin embargo, todo suma. Fíjate en el ejemplo que uso de este músico. Si él no hubiese estado cantando en las calles, tal vez Mario Domm jamás lo hubiese oído y no se le hubiese presentado esta oportunidad. Esta situación por la que Alexander estaba atravesando terminó siendo una bendición que lo acercó más a un objetivo que siempre tuvo.
3.- «Cada vez que parece que pierdo, una ganancia mayor viene en camino»
La anterior es una afirmación de Bob Mandel que está en su libro Maximízate en tu Prosperidad. Repítela varias veces en el día por varios días. Y ojalá la recuerdes y eches mano de ella si se te presenta una situación de pérdida. De esta forma, tendrás un punto de vista distinto al de una víctima de un evento desafortunado. Más bien sentirás una energía de anticipación y espera a algo bueno para tu vida.
4.- Acércate más a Dios.
Ojalá confíes que hay un Dios, una fuerza superior que te ama porque te creó y quiere llevarte a buen puerto. Una Madre o Padre amoroso quiere lo mejor para nosotros. Y aunque no pueda vivir nuestra vida por nosotros, pues es nuestra, siempre está allí. Mi experiencia de Dios es que nos cuida, guía y provee las condiciones para que desarrollemos nuestro mejor potencial. Así que a pesar de algunos desafíos, confía en que ese Ser Superior está a tu lado y está moviendo los hilos a tu favor.
Confiar es un verbo que requiere práctica y disciplina. No será de la noche a la mañana, pero si lo decides, aprenderás a mirar todo lo que vives con ojos llenos de esperanza.
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.