Tu tiempo es el perfecto
Estoy apoyando a Bob Mandel en un entrenamiento en una hermosa zona de Connecticut llamada Washington en Estados Unidos. Aquí es otoño y en esta estación las hojas de los arboles van cambiando de verde a otros colores antes de desprenderse de las ramas. Siendo que vivo en Venezuela y allí no hay esa estación, disfruto mucho de ver los hermosos paisajes que se forman en esta zona tan poblada vegetación. Esta mañana, en mi recorrido a casa de Bob, me detuve a disfrutar el paisaje. En esa cuadra, ningún árbol era igual a otro, unos tenían sus hojas con distintas tonalidades de rojo, mientras que otros están llenos de preciosas hojas anaranjadas y otros con distintos matices de amarillo. También habían algunos que todavía estaban muy verdes y finalmente otros que ya habían perdido casi todas las hojas y solo le quedaban las ramas vacías. Estuve maravillada de ver la variedad de colores y la belleza que en conjunto formaban todos los arboles.
La belleza de ese paisaje me hizo pensar en la diversidad y como Dios hizo tan variados colores en un solo paisaje.
Creo que lo mismo ocurre con los humanos y no me refiero a los colores de la piel, sino al tiempo en el que ocurren las cosas. Cada uno de nosotros tiene un ritmo para lograr sus propias metas e incluso los objetivos de cada ser, siendo que somos únicos, son también particulares y no generales.
Sin embargo, hemos crecido en sociedades que nos entrenan para vivir más hacia afuera que para estar conectados con nosotros y nuestros propios ritmos. El resultado son comentarios como estos: cuando te casas? No te parece que se te esta pasando el tiempo?; ya te graduaste? Apúrate, pues si no iras a recibir el título con bastón; Cuando es que van a tener hijos? ya tienen tres años de casados y si no serás abuelo en lugar de padre. Todavía no te has comprado un carro? A esta edad Incluso ya deberías tener tu propio apartamento.
Si la autoestima no esta fortalecida, ante estos cuestionamientos, puedes creer que algo esta mal en ti o, como muchas veces he oído, que eres un perdedor (a) y que nunca lograras lo que quieres.
Volviendo a la naturaleza, tu crees que un árbol le esta envidiando su color a otro? Crees que alguno se estará preguntando por qué este de mi derecha me ganó?(pues se quedo primero sin hojas). Imaginas a una hoja diciéndole a otra: apúrate en cambiar de color pues la estación ya termina! Ja, ja, ja, estas son locuras de nuestro ego que en lugar de ver la riqueza de nuestra diversidad se siente seguro en las similitudes.
Se que al final del otoño, todos los arboles estarán completamente deshojados y listos para recibir la nieve pero cada uno respetando su propio ritmo. Asegúrate que lo mismo ocurra contigo, se respetuoso de tus ritmos y sólo busca dentro de ti lo que esta bien para ti.
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.