¿Dar o Recibir?
Una conmovedora historia real sobre una niña hija de una prostituta adoptada por un próspero empresario nos permite reflexionar sobre si es mejor dar o recibir.
La historia de mi amigo y su regalo al dar
Se trata de un acaudalado y exitoso empresario brasileño, cuya hija tenía unos 20 años y salía con un chico que trabajaba en un hospital público en su ciudad. Este chico le comentó a su novia que una prostituta acababa de dar a luz una hermosa niña. Esta mujer no la quería, pues no podía atenderla. La chica le contó a su padre quien no le prestó atención. Luego sucedieron una cantidad de eventos, que podrían algunas personas llamar coincidencias, pero otras llamamos sincronía. Lo cierto es que la hija de este buen amigo, vio nuevamente con su novio a la niña como a los dos meses de nacida, en el prostíbulo donde su mamá trabajaba. La niña estaba sucia y no muy bien alimentada. Estaba en el cuarto donde lavaban la ropa, entre toallas que la cobijaban en una cajita que hacía las veces de cuna.
La hija le volvió a decir del hecho a su padre, pero éste sentía que esta niña representaba para su hija como una muñeca viva y no estaba de acuerdo con que se encargase de ella.
Nuevamente surgieron otra cantidad de eventos y finalmente mi amigo, conoció a la bebé. Era una hermosa niña y fue una conexión instantánea entre mi amigo y esta bebita. Posteriormente, la hija le preguntó a la madre de la bebé si era posible quedarse con la niña el fin de semana. Ella aceptó y se sentía esperanzada por la niña al saber que no podía darle la vida que le gustaría que tuviera. Continuaron así la serie de encuentros, hasta que la bebé comenzó a formar parte de la vida de esta familia. La esposa de mi amigo se encargó de cuidarla.
Hasta ahora podrías decir, ¡que fortuna la de esta niña! ¡Cuanta generosidad la de este padre! que le estaba dando a esta bebé los cuidados, educación y amor que tal vez jamás podría tener quedándose en el entorno donde había nacido. Que regalo para esta niña haber encontrado a una familia que le quiere DAR lo que ella requiere.
La otra parte de la historia, el regalo a recibir.
Resulta que este exitoso empresario, había invertido los últimos años de su vida levantando sus empresas. Esto lo había tenido tan ocupado, que había descuidado a su familia y estaba a punto de perder su matrimonio. Cuando esta bebé apareció en su vida, el sintió tanto amor por ella, que progresivamente dejó de trabajar tanto y pasaba más horas en su casa, con su esposa, la bebé y el resto de la familia. Poco a poco este hombre se dio cuenta de lo que en verdad es valioso en esta vida. A tiempo pudo recuperar su relación de pareja y acercarse más a sus hijos. Así mismo y a medida que la bebé crecía, el amor y gratitud hacia ella aumentaban. Con la llegada de esta niña, él pudo encontrar ese balance entre el éxito y la felicidad.
¿Cuándo se gana más, al dar o recibir?
Vivimos en un mundo donde la gente está concentrada en lo que necesita. Entonces la búsqueda se enfoca en encontrar quien nos dé lo que andamos buscando. Por eso dar –cosas materiales- o darnos –nuestro tiempo, atención, amor- pasa a segundo plano. Sin embargo, si pudiéramos ver que el dar siempre trae un regalo, tal vez dejáramos de buscar de quién recibir y nos enfocáramos más en dar. Y, no se trata de dar en espera del regalo que viene a continuación, se trata de dar desinteresadamente. A continuación podrás sentir la alegría natural que surge en el corazón en el momento de dar. Lo demás viene por añadidura.
En esta historia, podríamos decir que este empresario le DA un gran regalo a la niña al rescatarla de una vida llena de carencias. Pero también es cierto que esta niña rescató a este hombre al DARLE el regalo de poder conectarse con el amor que yacía en su corazón. ¿Quién dio, quién recibió, quién ganó? Todo se mezcla y todos ganan, ¡ese es el milagro!
Puede ser que sientas que no tienes mucho que dar o que tengas muchas necesidades insatisfechas. Tal vez anhelas mucho RECIBIR. Si es así , este es un buen momento para que te enfoques en DAR!!!
Inténtalo, empieza con acciones pequeñas. Brinda una oración para alguien que pasa por un mal momento, una sonrisa a una persona que luce áspera. Tal vez puedas estar unas horas acompañando a ancianos en un geriátrico. Verás como tu corazón se llena de gozo!!
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.