El significado de la Navidad
Este artículo lo escribo en Venezuela, donde hay unas circunstancias económicas muy complejas, sin embargo bien puede parecerse a lo que tu vives aunque estés en otras latitudes. Hay tantos desafíos aquí que la única forma de pasar unas maravillosas fiestas es re-conectarnos con el verdadero significado de la Navidad. Así que te invito a continuar leyendo para encontrar ideas.
De lo material a lo más sutil
Lo que durante generaciones hemos aprendido con estas fiestas es a regalar. Pero ahora las circunstancias son tan limitadas -desde el punto de vista material- que debemos ser creativos. Entonces, ¿Qué pasaría si evitaras dejarte llevar por el colectivo? ¿Cómo te sientes si no compras?
En mi caso, la respuesta que he encontrado es que debo regresar a lo esencial, a lo que doy de mi. Antes, mi amor estaba expresado en los regalos, pero ahora no puedo costear todos los que quisiera. Entonces que hago: ¿me amargo y me siento triste por no poder llevar la vida a la que estoy acostumbrada? o ¿me re-invento, buscando formas no materiales de expresar mi afecto? Siento que aquí es donde está la clave. Yo he decidido ser feliz en medio de esas circunstancias y te invito a que tu también lo seas.
«Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias» John Locke (1632-1704) Filósofo inglés. (yo agregaría que viene de un corazón abierto)
¿Cuál es el verdadero significado de la Navidad?
Para mi que he crecido en un hogar católico, el significado es la celebración de la llegada del Niño Jesús, uno de los seres que más ha influido sobre el mundo. Seguro recuerdas que el Niño Jesús nació en un establo. Entonces, tal vez el gran regalo de esta Navidad es regresar a la sencillez, a lo más esencial.
No estoy diciendo que debemos conformarnos con una situación económica precaria, pero si creo que debemos aceptar lo que ocurre en este momento, porque nos guste o no es una realidad. Recordemos que mientras más nos resistimos, más desperdiciamos energía que puede ser usada en algo más productivo que pelearnos con lo que es.
Por otra parte, se que hay una situación que atender con los niños. Estos tienen expectativas con toda la información que reciben. De alguna forma y hasta donde sea posible, atender sus deseos se vuelve la prioridad. Aún así, debemos estar conscientes de que no siempre se les podrá complacer con lo material que desean. Pero siempre podremos darles el afecto y el disfrute de nuestra compañía.
Finalmente te pregunto: ¿tu valía esta asociada los material? Si la respuesta es afirmativa, esta forma de vivir la Navidad te será muy difícil de llevar. Entonces te invito a darte cuenta que lo mejor que tienes para dar, no son cosas.
Ofrece lo mejor de ti para honrar el verdadero significado de la Navidad:
1.- ¡Ten buenos pensamientos! Cada vez que veas a alguien, conocido o no, sobre todo si luce que lo necesita, regala un pensamiento positivo acerca de esa persona.
2.- Regala tiempo para compartir. Bien sea tomando un café o te o si te es posible compartir una comida. Aunque estamos acostumbrados a que la comida es la excusa, el verdadero regalo es la conversación y mejor aún si le expresas tu afecto.
3.- Comparte abrazos. Para quienes son kinestésicos un abrazo es lo mejor. Quien da y recibese llenan de endorfinas lo cual es maravilloso para sentirse bien y feliz.
4.- Ofrece sonrisas o incluso un baile.
5.- Se creativa(o). Si dispones de tiempo, puedes hacer un video, grabar una canción, una composición de fotos. Con todos los recursos tecnológicos que hay ahora, sólo necesitas tu imaginación para hacer algo que sorprenda e impacte.
6.- Inventa tus propios regalos usando el recurso del reciclaje. Hay muchas páginas en internet con ideas geniales que te servirán para hacer tus propios presentes personalizados a muy bajo costo, mientras aprovechas cosas que ya tienes. Esos presentes tienen un valor incalculable porque están hechos con tus propias manos y tu intención amorosa.
7.- Para mi el mejor regalo es una oración y bendiciones! En estos dos actos hay la mejor energía y el mejor deseo de bienestar. Antes sólo lo hacía por mis seres queridos, ahora lo hago con tantas personas como me es posible.
El verdadero significado de la Navidad incluye esperanza, fe, amor, compasión y paz. ¡Y nada de esto se compra! Agradece lo afortunada(o) que eres porque tienes vida, salud, afectos y sueños.
Vamos querido lector, estamos muy cerca de la Navidad, permite que su espíritu habite en ti y saca tu mayor luz para compartirlo con tus hermanos. Date cuenta que el mejor regalo ¡ERES TÚ! ¡Feliz Navidad!
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.