¿Dónde está Dios? ¿Te lo has preguntado?
El tema sobre la conexión con Dios es muy importante. Creo que por eso, hace unas semanas -cuando publiqué un artículo al respecto- fue muy leído y comentado. Este tema realmente llamó la atención de ustedes y eso me encantó. Se tituló «Cómo rezar para conseguir lo que quieres». Así que en este artículo quiero ahondar un poco más al respecto desde otro ángulo que seguro también te interesará.
¿Cómo rezar para conseguir lo que quieres?
El artículo del que te hablo lo dejo aquí por si quieres revisarlo nuevamente. Pero no es necesario que leas este primero, elige tú cómo quieres hacerlo.
¿Dónde está Dios verdaderamente?
Sostengo que una chispa o un pedacito de Dios está en nosotros. Y quiero explicarlo un poco más cómo lo veo. Imagina a un vasto océano; ese es Dios. Esa inmensidad está compuesta de gotas de agua; esos somos cada uno de nosotros. Esa esencia es la que conforma nuestro espíritu. Así, nosotros somos expresión de Dios que quería experimentarse en este plano físico en el que vivimos. El espíritu a su vez, contiene al alma, esa parte que viene una y otra vez a evolucionar en la tierra, eligiendo distintos padres, diferentes lugares de nacimiento y condiciones, con el propósito de evolucionar.
Ahora, ¿de qué me sirve saber eso? En mi criterio esta info es muy importante, porque somos seres poderosos, hechos a imagen y semejanza de ese Dios que tanto buscamos. Tenemos la posibilidad de crear y manifestar aquello que queremos, pero nos hemos olvidado o alejado de esta esencia.
¿La religión me acerca o me aleja de Dios?
Esta es un pregunta delicada y el tema de la religión es sensible para muchas personas. Para nada me siento dueña de la verdad, pero si una estudiosa de muchos temas, sobre todo la espiritualidad. Así que aquí te doy mi versión. No tienes que estar de acuerdo, pero ojalá tengas abierta tu mente y corazón para considerar un punto de vista.
Todas las religiones fueron creadas por los hombres, digamos que en su buen deseo de perpetuar un mensaje. Sin embargo, estos hombres tenían egos y también tenían intenciones personales. Supongo que muchos de ellos realmente querían ayudar a lograr esa conexión con Dios. Sin embargo, también estaban aquellos que sólo querían someter y usaron esta información para ese propósito. El juego de poder ha acompañado la historia del hombre y seguro que también en la religión tuvo su lugar.
Así, que la verdadera experiencia por ejemplo de Jesús no fue revelada. Se cambiaron episodios, se ocultaron evangelios y se manejó el mensaje a conveniencia.
Crecí en la iglesia católica. Allí aprendí muchas cosas sobre Dios que luego en mi vida de adulta, al hacer todos mis estudios espirituales tuve que desaprender. El concepto de pecado, por ejemplo, cuya verdadera traducción es «olvido», olvido de quienes éramos. Por otra parte cuando Jesús decía que él era hijo de Dios, no sólo se refería a él como alguien especial y único, quiso enseñarnos que todos éramos hijos predilectos y amados de Dios. Jesús trató de enseñarnos que todos teníamos su mismo poder.
Así que creo que la religión puede inicialmente acercarte a Dios, pero llega un momento donde te das cuenta que todas las religiones sólo son estructuras y que tu relación con esta Inteligencia Infinita puede desarrollarse más aún fuera de esa referencia.
Respeto a quienes se aferran a la religión y en mi caso, he elegido que mi relación con Dios sea más directa, sin intermediarios. Así que ahora me siento más cerca que nunca de Dios y también de mis hermanos. Al mismo tiempo, me he desecho de esa frase: Dios es todo, yo soy nada. Reconozco mi grandeza, pero también he aprendido de humildad, de la verdadera humildad.
¿A cuál Dios le rezas?
Una de las grandes enseñanzas de algunas religiones es que Dios está fuera de ti, en el cielo, vigilándote por si te equivocas para castigarte.
He aprendido, siento y sé que no es así, que ese Ser Superior está en mí. Así que cuando rezo, le oro al Dios que reside en mi interior, le pido con humildad se manifieste mi sabiduría para tomar las mejores decisiones. Le pido a ese Dios que me ayude a mirar con más compasión a mi hermano, a ayudar a tantas personas como me sea posible. Y claro que uso el poder creador que sé habita en mí para manifestar mis deseos.
Como lo veo, es que esa oración desde el pedacito de Dios en mi, se conecta con ese Dios Universal, el gran océano del cual escribí al inicio y así co-creamos eso que anhela mi corazón. Entonces la oración no es sintiéndome pequeña e insignificante e implorándole a un Dios que conceda mis deseos. Es reconocer que soy una chispa divina y usar ese poder creador para unirse a ese Ser Superior para juntos crear.
Ojalá al terminar de leer este texto quieras investigar un poco más sobre Dios, y fortalecer tu conexión con este Ser Superior. Sobre todo, deseo que con este artículo te sientas empoderada(o) y hagas uso de ese maravilloso poder que Dios te dio para que lo uses de la forma más positiva posible para ti y el mundo. Tú tienes un importante rol en este momento tan trascendente de la humanidad, así que necesitamos tu mejor. Bendiciones para ti.
Autor: Carla Acebey de Sánchez
Mujer, esposa, madre y empresaria. Renacedora profesional, certificada para liderar seminarios del Proyecto Internacional de Autoestima y coach de autoestima, actualmente ejerce como consultora organizacional y facilitadora en talleres, seminarios a grupos y sesiones individuales.